El Propósito de Dios
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas SOBRE LA IGLESIAEDUCACIÓN BÍBLICAElección
EFESIOS 1. 4-14
¿Cuál es el Propósito de Dios?
El Propósito de Dios es la conciliación universal del Cuerpo de Cristo. La entidad celestial en la que Dios te creó para ser salvo por medio de la fe en su palabra creativa.
Dios te reconcilió consigo mismo por medio de Jesucristo. Te santificó, te glorificó y asimismo te hizo sentar juntamente con Cristo en los lugares celestiales.
Por tanto, el Espíritu Santo te configura a imagen y semejanza de Cristo. Él fue establecido en tu vida como la esperanza eterna de la gloria de Dios manifestada para tu salvación. Porque por él, en él y para él fuiste escogido y predestinado para ser Hijo de Dios en la eternidad divina del Padre.
¿Cómo Dios realizó su Propósito divino en tu vida?
- Dios te creó y te predestinó a ser hecho conforme a la imagen y semejanza de Cristo, según el Propósito de su gracia redentora. Rom 8. 28-30
- Dios te escogió en Cristo de acuerdo con el Propósito de su propia voluntad personal. EF 1. 4-14
- Cristo mismo es el Propósito de Dios en tu vida personal, por medio del Espíritu Santo y de su palabra creativa establecida en tu corazón. EF 3. 17
- Dios mismo obró tu redención de acuerdo con su Propósito eterno en el Cuerpo de Cristo. 2ª Tim 1. 8-14
- Dios realizó personalmente su Propósito en ti por medio del Espíritu Santo derramado en tu corazón. Rom 5. 5. TIT 3. 4-8
- Dios mismo obró su salvación en ti, de acuerdo con el Propósito de su gracia en Cristo. TIT 2. 11-14
- Dios mismo manifestó su gracia salvadora en tu vida como el resultado específico de su Propósito divino en Cristo. Rom 8. 10-11
Este es el beneplácito de la eterna voluntad de Dios en tu vida por medio de Jesucristo. Él mismo hizo que tu vida sea para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual te colmó en su Amado Hijo. Habiéndote predestinado para ser santo y sin mancha delante de él. En virtud de lo cual el Espíritu Santo obra poderosamente la restauración de todo tu ser por medio de la palabra de Jesucristo anunciada para tu salvación. Col 1. 24-29
SALVACIÓN
2ª TIMOTEO 1. 8-10
Tu Salvación en Cristo
Dios te salvó y llamó con llamamiento santo. No conforme a tus obras, sino según el Propósito suyo y la gracia que te fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos. Así que, su manifestación como Redentor y Salvador de tu vida abolió la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.
PREDESTINACIÓN
EFESIOS 1. 4-14
Dios edifica su Propósito en ti por medio del Espíritu Santo
Por lo tanto, Dios te dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, en unión con él. Por lo cual, te predestinó en Cristo conforme al Propósito y al designio de su voluntad, a fin de que seas para alabanza de su gloria.
En él, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de nuestra salvación, y habiendo creído, fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa del Padre.
GLORIFICACIÓN
EFESIOS 2. 4-10
El Propósito de Dios con tu vida en Cristo
Dios te llamó conforme a su Propósito. Te predestinó a ser modelado conforme a la imagen de Cristo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Rom 8. 28-30
Por tanto, te resucitó juntamente con Cristo. Te justificó y te glorificó a su diestra en los lugares celestiales. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su Propósito son llamados.
– Efesios 3. 4-7
El misterio de las riquezas de Dios: que es Cristo en nosotros la esperanza de la gloria. Por quien enseñamos y amonestamos en toda sabiduría divina, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.
– COLOSENSES 1. 24-29
Dios nos salvó según el propósito suyo y la gracia que nos dio por medio de nuestro Salvador Jesucristo, el cual abolió la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.
– 2ª TIMOTEO 1. 9-10
Tu Nueva Identidad en Cristo
¡Fíjate qué gran amor te ha dado el Padre: que se te llame hijo de Dios! ¡Y lo eres! El mundo no te conoce, precisamente porque no lo conoció a él. Ahora eres hijo de Dios, aunque todavía no se ha manifestado lo que has de ser. Sin embargo, cuando Cristo sea manifestado serás semejante a él, porque lo verás tal como él es. Y, todo el que tiene esta esperanza en Cristo se mantiene puro, así como él es puro.